Muchos fueron los pueblos de la comarca del Campo de Calatrava que se vieron obligados a suspender las celebraciones procesionales del Viernes Santo por las adversidades climatológicas, a pesar de ello, del frío y de la incesante amenaza de lluvia, Pozuelo de Calatrava pudo celebrar la Procesión del Santo Entierro.
Pozuelo Digital.- A la hora programada Pozuelo de Calatrava pudo celebrar su procesión del Santo Entierro, a pesar del frío y de la amenaza de lluvia que se pronosticó para esa tarde noche que obligó a la capital de la provincia y a muchas poblaciones del Campo de Calatrava a suspender su actos procesionales del Viernes Santo.
Un Viernes Santo esperado por las cofradías del Santo Sepulcro y de Nuestra Señora de La Soledad, que procesionaron por las calles de Pozuelo acompañadas por gran número de fieles y devotos que desafiaron las inclemencias climatológicas. Dos pasos hicieron el recorrido habitual, el Santo Sepulcro escoltado por cuatro soldados romanos ataviados con túnica corta de terciopelo negro, ribeteada con cinta plateada y negra, con capa de terciopelo negro, ribeteada con la misma cinta que la túnica, casco romano plateado terminado en plumas blancas, coraza romana con incrustación de águila dorada, espada, muñequeras plateadas, lanza de madera terminada en punta plateada y sandalias romanas de cuero negro, y acompañados por casi los doscientos hermanos que conforman esta cofradía fundada alrededor de los últimos años de la primera mitad del siglo pasado, y cuya vestimenta está conformada por una túnica de terciopelo negro con abotonadura de raso blanco, capillo de terciopelo negro con la Cruz de Calatrava bordada en la parte delantera, rematado con un borlón dorado, capa de raso blanco con la misma cruz bordada en el lado izquierdo, cíngulo de raso blanco rematado con fleco de oro, guantes blancos, calzado negro y portando cetro de madera blanco terminado con una imagen del Cristo Yacente.
Tras sus pasos, Nuestra Señora de La Soledad, a la que le abren camino seis mujeres de riguroso luto, con mantilla española negra, y acompañada de los más de trescientos hermanos de esta cofradía fundada alrededor de los años cuarenta, y cuyos nazarenos van ataviados con una túnica negra, completamente lisa, sin detalles ni acabados, casulla negra, lisa y con bordes en blanco, portan al cuello medalla de plata y escarapela blanca, ambas unidas con una cinta blanca, del mismo color que los guantes y el capillo, y el calzado negro, cerrando el cortejo procesional la Agrupación Musical “José Gracia Sánchez”.
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