Pozuelo Digital.- Pozuelo de Calatrava amanece hoy con importantes novedades fiscales, ya que ha sido aprobada de manera definitiva la Ordenanza Fiscal reguladora del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI) que impactará directamente en los propietarios de inmuebles urbanos. Este ajuste, que entrará en vigor para el próximo año 2024, supondrá un aumento en el gravamen de estas propiedades, marcando un cambio significativo en la política fiscal del municipio.
La aprobación final de esta ordenanza se produce después de la sesión plenaria 9/2023 del Ayuntamiento de Pozuelo de Calatrava, celebrada el 27 de octubre pasado. La medida, que fue objeto de discusión y debate, ha pasado a ser definitiva tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia número 240 de hoy, habiendo transcurrido el plazo de alegaciones sin que se presentara ninguna objeción.
Uno de los puntos más relevantes de esta modificación es el aumento del tipo de gravamen en los bienes inmuebles de naturaleza urbana. Anteriormente establecido en un 0.50, ahora se sitúa en un 0.60. Para ilustrar este cambio, un inmueble con un valor catastral de 100.000 euros que pagaba 500€ anuales verá un incremento a 600€ con la nueva tasa.
Los tipos de gravamen en Pozuelo de Calatrava, según lo estipulado en el Artículo 9 de la Ordenanza Fiscal, quedan de la siguiente manera:
a) Bienes Inmuebles de naturaleza urbana: El tipo de gravamen general será un 0.60.
b) Bienes de naturaleza rústica: El tipo de gravamen será de un 0.80.
c) Bienes inmuebles de características especiales: El tipo de gravamen será del 1.3.
Es importante señalar que esta modificación representa un cambio respecto a la congelación que mantenía el IBI Urbano desde 2014, fijado en un 0.5 % del valor catastral. Este impuesto, que constituye la mayor parte de los ingresos del Ayuntamiento de Pozuelo de Calatrava, ha sido objeto de una revisión significativa este año.
Además también, la anterior legislatura había mantenido congelados el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica.
Estos cambios en el IBI Urbano representan una nueva dirección en la estrategia fiscal del ayuntamiento, que hasta la anterior legislatura había apostado por mantener inalteradas las tasas e impuestos en general.