Nos vendrá bien en esta época de crisis para ahorrarnos en la cesta de la compra, a la hora de hacer nuestros platos preferidos, así como estar dirigida a todos aquellos que cuentan con nulos o pocos conocimientos culinarios (estudiantes, recién casad@s, solter@s, separad@s… etc) para que hacer la comida sea lo más sencillo del mundo y no resulte toda una odisea o una batalla campal entre ollas, sartenes y cacerolas…, y sorprenderse con platos realizados por nuestras propias manos de la forma más sencilla y natural!
Y que conste, yo también soy un aficionado.
Ahora que estamos en pleno verano y con un calor asfixiante, apetece comer cosas fresquitas, rápidas de hacer y que podamos tenerlas en la nevera varios días, hoy vamos a hacer un plato muy rico que nos pueden servir de acompañamiento, para ensaladas, o para tomar con un vinito o cerveza fesquita y además, siguiendo la tónica de nuestra “Cocina de Supervivencia”, barato, barato y facilísimo de preparar….
Hoy, vamos a cocinar unas vitamínicas “Judías Verdes en Vinagre al estilo de las Berenjenas de Almagro”.
Ingredientes:
- 1 Kg de Judías Verdes
- 1 Cabeza de Ajos
- 1 Pimiento Seco o 2 ñoras
- Sal
- Pimentón Molido
- Guindillas secas (opcional)
- Cominos
- Vinagre
- Aceite de Oliva Campo de Calatrava
- Agua
Elaboración:
Para empezar, utilizaremos bien judías planas o judías redondas (a gusto del consumidor), si estas son frescas mejor que mejor (aunque son un poquito más caras), y si no pues utilizaremos una bolsa de un kilo aproximadamente de judías verdes congeladas.
Si las que vas a utilizar son frescas, tendrás primeramente que cortarles el pedúnculo o rabito y posteriormente cortarlas al tamaño deseado y lavarlas en agua para eliminar cualquier impureza o tierrecilla que se les haya adherido.
Las echaremos en una olla y las cubriremos de agua. Añadimos un poquito de sal, unos cuantos dientes de ajo enteros (solamente les haremos una rajita transversal), un par de cucharaditas de café de pimiento molido, bien del dulce o picante (a gusto del consumidor), una guindilla seca troceada (opcional), un pimiento seco (cornacho) o un par de ñoras, y un par de cucharadas soperas de aceite de oliva.
Opcionalmente, hay personas que para darles un poco más de sabor, les añade unas ramitas frescas de hinojo (esos palitos que atraviesan las berenjenas), y que ahora en este tiempo podéis coger de nuestros campos cuando salgáis a dar un paseo. Yo esta vez le he puesto hinojo para probar como quedan así.
Las tendremos cociendo hasta que las veamos tiernas, para lo cual las podemos pinchar con un tenedor para comprobar su consistencia. Y posteriormente las echaremos en el recipiente donde las tendremos almacenadas en el frigorífico. Un tupperware te vendrá perfecto.
A continuación procederemos a machacar en un mortero, cuatro o cinco dientes de ajo, los cuales troceamos, cominos a discreción y una pizca de sal. Y los majamos hasta que se quede en una pasta más o menos bien machacadita y se lo echamos a las judías.
Ahora, le echaremos caldo de la cocción hasta que cubra las judías. Es también el instante de echar el vinagre a gusto, más fuerte o mas flojo de sabor dependiendo de cada uno. Y finalmente un buen chorro de aceite de oliva virgen extra que cubra perfectamente toda la superficie, ya que el aceite lo que hará, aparte de condimentar nuestras judías, será la de preservar nuestro producto de agentes patógenos externos y hará que nos dure más tiempo en el frigorífico.
Y ya están! Recomendaría, para una mejor degustación y para darle tiempo a que cojan el sabor de todos los ingredientes, que al menos las tengáis en el frigorífico un día antes de ser consumidas…., y ya veréis la diferencia!
Que ustedes disfruten!!
Receta: Vicente G.