Pozuelo Digital.- Como es habitual en Aldea del Rey, la población calatrava ha esperado al fin de semana para celebrar como se merece la festividad de san Antón, el patrón de los animales y, por ende, de gran relación con un municipio que tradicionalmente ha basado su economía en el campo. El Ayuntamiento, una vez más, satisfaciendo la petición de un nutrido grupo de vecinos, sigue contribuyendo a dar todo el lustre a tan señalada fecha.
Como viene siendo tradicional, tras la eucaristía dominical de ayer 22 de enero, el cura-párroco Juan Serna Cruz salía a las puertas del templo para bendecir los animales que los fieles llevaron hasta las puertas del templo con tal motivo.
Perros, gatos, tortugas, caballos, pájaros,… se dieron cita, junto a sus propietarios, en la explanada de la Iglesia desde donde les fue impartida el agua bendita.
Y si ya el viernes hubo tres hogueras organizados por particulares o asociaciones aldeanas, la novedad este año ha radicado en la organización de una gran hoguera tras la cita y bendiciones religiosas reseñadas.
El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Festejos y con su titular Rocío Alcaide al frente, organizaba este evento con la inestimable colaboración de la familia Zapata Carrero y otros amigos.
La gran hoguera que dio calor en una jornada muy fría coincidiendo con la ola polar, sirvió luego para asar chorizos, panceta y carne, que los asistentes agradecieron gustosos y les permitió entrar en calor. Además, una limonada también pudo ser disfrutada.
Rocío Alcaide considera “trascendental tratar de recuperarlos eventos de este tipo, porque Aldea es un pueblo en el que los animales son parte destacada en la economía local”. Y, de hecho, como añade la concejala, en Aldea del Rey existen varias pequeñas industrias de cerdos, gran cantidad de caballos, así como perros de realas cinegéticas y animales de compañía.
En estos mismos términos se manifiesta también el alcalde, puesto que “recuperar esta tradición es volver a recuperar parte de nuestra historia”. Luis María Sánchez Ciudad entiende que “el pueblo que tiene en cuenta su historia y las tradiciones, es un pueblo vivo que quiere progresar sin olvidar el pasado”.