Pozuelo Digital.- Tarde de toros, de vaquillas y sombrero cordobés que portaban las Damas de Honor junto a la Reina de la fiestas para presidir la novillada que se celebró ayer tarde en la Plaza de Toros de Pozuelo de Calatrava, donde los novilleros Andrés Palacios, Miguel Tendero y Cristian Zumajo tuvieron una faena desigual con las reses que les tocaron lidiar, en una tarde calurosa de julio donde la plaza pozoleña presentaba algo menos de media entrada, pero que el público asistente se lo pasó en grande con el espectáculo ofrecido por los diestros y sobre todo al final de la lidia con la suelta de dos vaquillas, donde los jóvenes puedieron correr delante de las mismas con algún que otro revolcón sin importancia.
En la mañana del domingo, se celebraron competiciones deportivas para todos los gustos, desde carreras de galgos, hasta campeonato de subastao que se celebró en la Plaza de España, pasando también por el ya tradicional concurso de mus, donde los aficionados a los naipes pudieron disfrutar de una competición muy reñida entre los contrincantes finales.
Rayando el mediodia, la Plaza de España, se vistió de toreo, miembros de la Escuela de Tauromaquia de Miguelturra y Almagro, deleitaron a los más pequeños, y todos los asistentes, con los capotes y los toros de cartón y donde pudieron demostrar su destreza tanto corriendo delante de los toros como dando unos muletazos a los morlacos de turno. Miguel Tendero y Cristian Zumajo, puderon aconsejar y enseñar a los niños asistentes en el arte del toreo, en la manera de coger los capotes y muletas, y la manera de dar los lances con los mismos ante la res.
Tarde de Toros
Ya por la tarde, la comitiva compuesta por las autoridades, reina y damas de honor, banda de música, mulilleros y miembros de la peña “Amigos del Caballo”, arrancaba desde la Plaza de España al son de pasodobles para llegar a la Plaza de Toros donde dieron una vuelta de honor antes de comenzar el espectáculo.
Una vez finalizado el paseillo de los diestros y sus correspondientes cuadrillas, se guardó un minuto de silencio en toda la plaza por la muerte del torero segoviano Víctor Barrio, acaecida la pasada semana en la plaza de toros de Teruel a causa de una brutal cornada en el pecho que le infirió el tercer toro de la tarde.
El primero en la terna de lidia fue Andrés Palacios, que cortó dos orejas en cada uno de su lote. Buena faena en su primero, que refinó mucho más en su segundo de la tarde, lo que arrancó numerosos aplausos del respetable pidiendo a la presidencia que le fuera otorgado el máximo premio ante su faena, lo que negó el presidente tras un pinchado y media estocada con la que culminó su actuación.
“Miguel Tendero enlazó una serie de pases que le valió el máximo trofeo de las dos orejas y rabo, conviritiendose así en el triunfador de la tarde pozoleña.”
El segundo en la lidia le correspondió a Miguel Tendero, que estuvo aseado con su primero de la tarde y con el que recibió un revolcón sin consecuencias al inicio de su faena con la muleta. Finalmente la presidencia le otorgó las dos orejas por su faena y remate de la misma con el estoque. En su segundo al que recibió de rodillas, logró conjugar buena faena con el capote, con lances naturales y verónicas, y con la muleta enlazó una serie de pases que le valió el máximo trofeo de las dos orejas y rabo, conviritiendose así en el triunfador de la tarde pozoleña.
Susto de Cristian Zumajo
Nervioso comenzó el novillero Cristian Zumajo ante la actuación con su primero de la tarde con la muleta, lo que le hizo perder varias veces la defensa ante su adversario y lo que envalentó al morlaco que en un descuido del diestro acabó con el por los suelos. Afortunadamente, más fue el susto que la plaza entera se llevó cuando sus compañeros lo portaban sin conocimiento hasta la enfermería, que lo que realmente ocurrió, ya que solamente se quedó en eso, en un desvanecimiento del novillero y un tremendo susto que el público se llevó ante las imágenes que presenciaron, y varias contusiones que sufrío sin gravedad aparente alguna.
Poca faena pudo hacer después de su cogida el almagreño, ya que una vez recuperado tomó el estoque de matar y se fue derecho a por su rival, que tras media estocada acabó con la faena de su primero. Una oreja le otorgó la presidencia por su tesón y corage ante su adversario.
Ya en el segundo, Zumajo quiso agradar al respetable con el capote que esperaba ver lo que podía dar de si este novillero en el ruedo, y que desgraciadamente volvió a quedar desarmado ante su rival y vuelto a coger, ésta vez, aunque de forma también aparatosa, con menos consecuencias que en el primero de su lote. De igual manera que en su primero, remató la faena de matar a la res tras su cogida, lo que no gustó a la presidencia que le negó trofeo alguno sobre su paupérrima faena.
El espectáculo taurino terminó con la suelta de dos vaquillas para los jovenes aficionados que se lanzaron al ruedo para dar unos pases de recortes a las mismas, lo que produjo muchas carreras y algún que otro revolcón sobre el albero de la plaza, sin más consecuencias que algún que otro arañazo.
Ya el domingo festivo acabó, como de costumbre, con la verbena popular en el Auditorio Municipal la cual estuvo amenizada por la Orquesta Alma que animó hasta altas horas de la madrugada la calurosa noche pozoleña.
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