Mario Sotos triunfador de la tarde en el coso de Pozuelo de Calatrava con cuatro orejas y petición de rabo por el respetable, con desigual ganado de la ganadería de D. Gregorio Garzón Valdenebro, de Linares (Jaén).
Pozuelo Digital.- Aseadas faenas la de los tres diestros que lidiaron reses de la ganadería de D. Gregorio Garzón Valdenebro, de Linares (Jaén), en la corrida de las Feria y Fiestas 2021 de Pozuelo de Calatrava, con desigual suerte con las reses y en la que resultó triunfador de la tarde el conquense Mario Sotos que arrancó el aplauso del respetable en su lote y fue premiado por la presidencia con dos orejas en cada una de sus faenas, con petición de rabo en ambas. Reses con presencia muy dispar, justos de fuerza y con juego muy desigual.
Abrió la terna el albaceteño Andrés Palacios, con ganas de agradar al tendido, en un primero falto de fuerza pero que se dejaba hacer con la muleta, lo que aplaudió un público expectante y con ganas de buen toreo. Finalizó con estocada lo que le hizo acreedor de dos orejas concedidas por la presidencia ante la insistencia del respetable. En su segundo, Palacios tuvo menos suerte e intentó hilvanar una buena faena a base de naturales y manoletinas dosificando las fuerzas del animal. Concluyó con una estocada tendida que le supuso una de las orejas.
Por su parte Miguel Giménez recibió con buen aire al segundo de la tarde que pronto se desfondó en los caballos y salió del envite con el pitón derecho quebrado por la cepa. En su faena con el flojo de Garzón, intentó dosificar la fuerza del astado por ambos lados, aunque dejó más detalles por la derecha aunque no llegó a cuajar como el diestro hubiera deseado. Estocada al lado que protestó el público y en un segundo intento dejó una estocada tendida, obteniendo una oreja. En su segundo, que recibió con una larga cambiada creando expectativas, aunque la res se vino abajo tras los tercios de caballos y banderillas para dejar una faena insulsa que arruinó las aspiraciones del valenciano. Mal en la espada lo que hizo el silencio en el tendido.
El conquense Mario Sotos derrochó ganas y templanza en su primero, con lances por ambos pitones y metiéndose en faena a corta distancia, lo que aplaudió el tendido, cerrando la faena con una estocada que le valió las dos orejas. Ya en su segundo, Sotos se encontró con la mejor res, en cuanto a juego se refiere, de la tarde. Toreó cómodo, sabiendo sacarle todo el partido al astado, conjugando las distancias, los tiempos y las fuerzas del bovino, lo que le propino con media estocada las dos orejas y proclamarse como claro triunfador de la tarde. Una tarde de la que el público no salió descontento con la vuelta del toro a Pozuelo de Calatrava.
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