Presidenta Nacional de AMFAR-Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural y Portavoz Parlamentaria del Partido Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha.
Lola Merino es una pozueleña de 53 años. Está casada y es madre de dos hijas. Es Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Castilla-La Mancha y cursó el doctorado en Lingüística Germánica en la Universidad Complutense de Madrid.
Desde 1996 es Presidenta nacional de AMFAR y renovó este cargo por unanimidad, el pasado 14 de Julio de 2021.
¿Fue complicado ejercer el cargo de presidenta de AMFAR a temprana edad y, además, ser la primera en hacerlo?
Las cosas que son importantes en la vida tienen su dificultad. Ser presidenta nacional de AMFAR no ha sido fácil, porque asumí este cargo con tan solo 23 años y era una responsabilidad muy seria. Primero porque suponía representar y dar voz a los 6 millones de mujeres rurales españolas en la defensa de sus derechos. Y, en segundo lugar, porque AMFAR era una asociación joven y tenía por delante el gran reto de la expansión y la implantación en toda España.
La primera presidenta de AMFAR fue Manuela Ciudad. Una manchega de Calzada de Calatrava, enérgica, dinámica. A Manoli le debemos que fuera la primera en dar los pasos para que AMFAR fuese una realidad y que las mujeres rurales pudieran tener una organización que las representara.
Ahora que han pasado 30 años, echo la vista atrás y compruebo que el trabajo y el esfuerzo han merecido la pena, ya que AMFAR es la mayor organización de mujeres rurales españolas, está reconocida por las instituciones gubernamentales como interlocutora y somos miembro de distintas instituciones europeas e internacionales como es el caso del Consejo Económico y Social de la ONU-Naciones Unidas.
¿Sigue integrada en la vida de Pozuelo? ¿Cree que su posición puede ayudar de alguna manera a esta localidad?
Claro que sí. Mi pueblo es Pozuelo de Calatrava. Aquí me he criado, aquí fui a la escuela. En Pozuelo tengo mi casa, mi familia, mis raíces, innumerables vivencias y recuerdos y muchos amigos. Aunque confieso que ahora cuando vengo a Pozuelo no puedo evitar la tristeza y el dolor del vacío que siento por la falta de mi madre y no poder disfrutar de mi padre como me gustaría. Ellos han sido el pilar de mi vida. Soy lo que soy gracias a mis padres. Ellos me transmitieron los valores y principios que guían mi vida diaria y que intento inculcar ahora a mis hijas, a las que, por cierto, les encanta venir Pozuelo.
Y es que siempre llevo conmigo a mi pueblo, porque son mis raíces y quiero que mis hijas las mantengan y si está en mi mano ayudar a mi pueblo o a algún vecino lo hago y lo haré con todo el cariño del mundo.
¿Cuál es la situación actual de las mujeres rurales?
Desde que AMFAR comenzara su andadura hemos conseguido grandes avances. Fuimos pioneras en celebrar el Día Mundial de las Mujeres Rurales en el 1997 y lo hicimos en Ciudad Real. 25 años después son innumerables los actos públicos y privados que se organizan para seguir conociendo la realidad de las mujeres.
Conseguimos que una parte importante de los fondos europeos del FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) se destinaran a la formación y capacitación de las mujeres.
El trabajo de AMFAR ha conseguido que las mujeres hayamos conquistado espacios que antes eran impensables, pero debemos seguir trabajando hasta conseguir la verdadera igualdad de oportunidades.
Las mujeres siguen alejadas de los órganos de decisión ¿Cómo se puede cambiar esa situación?
Resulta paradójico que las mujeres rurales tengan una escasa representación en los órganos de decisión, a sabiendas de que son 6 millones en España y son la pieza angular para devolver la vida, la prosperidad y el dinamismo al territorio rural español.
Para revertir esta situación, es necesario, escuchar a las mujeres, darles voz e interlocución en todos los ámbitos de la sociedad. De ellas depende el futuro, porque un pueblo sin mujeres se muere, desaparece.
La realidad es que se hacen leyes, se aprueban demasiadas normas para las mujeres rurales sin contar con las mujeres rurales. Si el trabajo se realizara de manera conjunta, entre mujeres y hombres, avanzaríamos más y mejor.
¿De qué se siente más satisfecha de lo vivido hasta ahora en AMFAR?
De las mujeres. Ellas son la base y la razón de ser de AMFAR. De ellas aprendo todos los días. Son mujeres valientes, con coraje. Es un orgullo que AMFAR cuente con la confianza de más de 90.000 socias en toda España, lo que nos convierte en la organización de mujeres rurales más importante de nuestro país.
¿Qué le queda por hacer en esta asociación?
Queda mucho por hacer. Cada día que pasa sumamos nuevos retos y objetivos para seguir mejorando la vida de las mujeres rurales.
Lamentablemente, a día de hoy no podemos hablar de igualdad real. Mientras sigan existiendo casos de violencia, diferenciación salarial por realizar el mismo trabajo, falta de representación en la toma de decisiones, discriminaciones laborales, falta de conciliación de la vida personal, laboral o familiar… AMFAR seguirá trabajando por las mujeres rurales de España.
Ahora también desarrolla en paralelo la actividad política. ¿Cuál fue el motivo que le impulsó a formar parte de las Cortes de Castilla-La Mancha?
La política me ha permitido poder defender de una manera directa los derechos de las mujeres, las necesidades de los pueblos, la dignidad de la agricultura y la ganadería como base económica.
¿Cómo vive el día a día compaginando la acción en AMFAR y la política regional? ¿Tiene tiempo para todo?
Si, en la vida hay tiempo para todo, pero reconozco que llego porque tengo en mi familia, a mis mejores colaboradores. Mis hijas y mi marido son mis grandes y verdaderos aliados en mi vida profesional y familiar. Si no fuera por ellos, no sería posible.
Finalmente, ¿Qué mensaje le gustaría hacer llegar a sus paisanos?
En primer lugar, quiero agradecer al alcalde y al concejal de festejos, a Julián Triguero y a Jesús Cortés, que me hayan dado esta oportunidad con motivo de la Semana Cultural. Para mí es todo un honor.
En segundo lugar, quiero decir GRACIAS a todo el pueblo de Pozuelo por su cariño, por su buen trato, tanto con mi familia como conmigo.
Es un orgullo sentirse querida por los tuyos y quiero aprovechar este espacio para darles a todos las gracias de corazón y que sepan que esté donde esté, tienen a una paisana para lo que haga falta.