La pozueleña Jimena Laguna, que milita en el Aula Alimentos de Valladolid, se proclama subcampeona de la XLII Copa de S.M. la Reina tras caer en la final frente al Elche Visitelche.com, por 32-26
Pozuelo Digital.- No pudo el Aula Alimentos de Valladolid, equipo en el que milita la pozueleña Jimena Laguna, con el Elche Visitelche.com en la final de la XLII Copa de S.M. la Reina tras caer derrotados por 32-26, final disputada este domingo en el Pabellón Insular Rita Hernández de Telde, Gran Canaria. El conjunto ilicitano levantó así la primera Copa de su historia, tras el subcampeonato logrado en la anterior edición, cuando cayó en la final ante el Rincón Fertilidad Málaga.
Desde antes del inicio del encuentro ya reinaba la deportividad, con gestos de fraternidad entre los entrenadores y jugadoras rivales en medio de un gran ambiente en el pabellón. Antes del pitido inicial, se guardó un minuto de silencio en memoria de Jesús Aranaz, expresidente de la Federación Navarra de Balonmano, y de Saúl, joven aficionado del Atlético de Madrid, ambos fallecidos el sábado.
Comenzó el choque frenético, con idas y venidas constantes de ambos equipos. Las defensas, tensas, daban fe del peso que supone una cita final. Golpeaba Cifuentes para las castellanas y sacaba a relucir su cañón Gabriella Clausson desde los 7 metros para las ilicitanas. Estas últimas, más entonadas, abrieron una brecha de tres tantos a los 10 minutos de encuentro, sostenidas por una segurísima Nicole Morales. Concluyó la primera mitad con un 18:13 que decía mucho de la superioridad ilicitana sobre la cancha.
Salió con todo a remontar el Aula tras el paso por los vestuarios. Mordiendo en defensa y lanzadas al ataque, las castellanas se toparon otra vez con Morales, colosal bajo palos. También hacía lo propio en la puerta pucelana Carmen Sanz, que salió a pista al descanso en sustitución de Guerra. Así, la distancia de goles no se estrechaba, con una dinámica similar a la de los últimos minutos del primer periodo.
El “¡Sí se puede!” de la afición pucelana retumbaba en el Rita Hernández, tratando de contagiar a las suyas para luchar por la remontada. Cifuentes, alma del Aula, mantenía con vida las esperanzas de lograr la gesta. La pivote acabó como máxima goleadora del torneo, con 22 tantos. La brecha se redujo, pero Elche seguía por delante y no quería dejar escapar otra Copa. Entonces volvió a surgir como baluarte Ana Isabel Martínez, la incombustible capitana ilicitana. Su acierto, junto al de Tchaptchet, a la postre elegida MVP de la final, certificó la superioridad de las franjiverdes, que supieron mantener la tensión para llevarse la ansiada Copa.