Pozuelo Digital.- Un vertido de lixiviados contaminantes pone en evidencia de nuevo que el vertedero de Residuos Sólidos Urbanos de Almagro no garantiza ni ha garantizado la protección del medio ambiente y la salud de las personas.
Hace dos meses el grupo municipal Almagro Sí Puede solicitó a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha información sobre las condiciones del vertedero de Residuos Sólidos Urbanos de Almagro. La extensa documentación que acabamos de recibir como respuesta a nuestra petición está en estos momentos siendo analizada por personal experto en la materia. No obstante, los datos que se pueden conocer a primera vista son bastante preocupantes. Por ejemplo, entre los documentos hay un informe de mayo de este año en el que un agente medioambiental denuncia la existencia de un vertido de lixiviados, procedentes de la planta de RSU, en una parcela próxima. Este líquido, resultado de la descomposición de restos orgánicos, además de tener un aspecto desagradable, es altamente contaminante para la tierra y las aguas subterráneas.
En el citado informe, dirigido al servicio de calidad y sostenibilidad medioambiental de la Junta de Castilla la Mancha, se da cuenta de cómo la empresa Residuos Sólidos de Castilla la Mancha ha estado procediendo al vertido de lixiviados desde una tubería. Estos líquidos se describen como de tonalidad oscura y con un fuerte olor. Además de provoca la muerte de la vegetación circundante, el citado vertido ha dañado también a una plantación de cereal próxima; en total, la zona afectada abarca más de 1200 metros cuadrados. Se da la circunstancia de que no es la primera vez que se denuncian estos hechos: ya en 2013 se produjo otro vertido similar, que también fue denunciado por los técnicos responsables de medio ambiente.
La gravedad de estos hechos es incuestionable, por dos razones. En primer lugar, los lixiviados terminan filtrándose en el propio suelo y acaban en las corrientes subterráneas de las que se abastecen los ríos, lagos o pantanos; de estas fuentes contaminadas procede el agua que bebemos y el agua con la que regamos las verduras y hortalizas que luego nos comemos. En segundo lugar, porque, al parecer, las autoridades competentes, al desoír los informes de los técnicos, no cumplen con su cometido de multar o sancionar a la empresa que reiteradamente incumple la ley, en este caso, la Directiva 1999/31/CE del Consejo de Europa relativa al vertido de residuos.
Si España es uno de los países de la Unión Europea que más usa los vertederos para la eliminación de residuos, también debería ser el país que más vigilara la existencia de vertidos incontrolados. Un Centro de Tratamiento de Residuos es una instalación técnicamente compleja y costosa que debería estar construida, gestionada y controlada para evitar que los lixiviados afecten al agua y a la salud humana. Si no es así, si los técnicos medioambientales denuncian pero sus informes no obligan a las autoridades competentes a tomar las medidas necesarias para investigar y sancionar a quien incumple la lay, alguien está fallando en el proceso. Y mientras tanto, el deterioro del acuífero puede hacer peligrar la salud de los habitantes de la zona.
En definitiva, de nuevo comprobamos que RSU se está saltando a la torera parte de la legislación medioambiental (como la vulneración sistemática de la Autorización Ambiental Integrada) y cometiendo irregularidades muy graves, entre las que cabe citar la denuncia presentada recientemente por dos trabajadores de la subcontrata de Eulen, a propósito de las pésimas condiciones en las que realizaban su jornada laboral.
Fuente: Ismael Parras. Concejal Almagro Si Puede