Los echos sucedieron entre los años 2011 y 2012, cuando el condenado maltrató física y psíquicamente a su pareja, y a la que obligó a abortar, cuando convivían en los domicilios de Pozuelo de Calatrava y después en Torralba de Calatrava.
Pozuelo Digital.- A casi 14 años ha sido condenado el hombre que maltrató física y psiquicamente, lesionó e indujo al aborto a su pareja cuando ambos convivían en los domicilios de Pozuelo de Calatrava y después en Torralba.
Así, la Audiencia Provincial, ha condenado al acusado,por un delito de maltrato habitual cometido en domicilio con una pena de 2 años, 4 meses y 15 días de prisión. Con privación de tenencia de armas por 4 años y 6 meses y acercarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros. Por dos delitos de lesiones, con una pena de 2 años y 6 meses de prisión por cada delito y no acercarse a menos de 500 metros de la víctima, así como acudir y prohibición residir en la localidad de La Solana por tiempo de 5 años. Por un delito de aborto, 6 años de prisión y por delito de maltrato, 7 meses de prisión, más indemnizar a la víctima a 103.304,40 euros y el pago de las costas procesales.
J.M.M.C.N.A., fue acusado por los delitos de maltrato habitual, lesiones y aborto contra, C.P.M.T., la que era su pareja, tras el atestado instruido por la Guardia Civil por presuntos delitos de malos tratos en el ámbito de género, que fue remitido al Juzgado de Instrucción número 5 de Ciudad Real, donde se abrió la correspondiente causa penal el 10 de mayo de 2012.
Durante toda la relación y más intensamente desde septiembre de 2011 el acusado insultaba a su pareja, según el fiscal, “con ánimo de menospreciar, humillar, amedrentar, restringir el libre ejercicio de su libertad y menoscabar su integridad física y psíquica, tanto en los domicilios que compartían como en otros lugares”.
También maltrataba a la mujer metiéndole la cabeza en el agua, rociándola con gasolina, poniéndole bolsas de plástico en la cabeza hasta que casi llegaba a perder el conocimiento o se caía al suelo por la falta de oxígeno, o poniéndole un cuchillo en la garganta.
El acusado también la pegaba por no obedecerle, le tiraba a su perro, lo emborrachaba o lo dejaba sin comer para que ella accediera a sus peticiones, le quemaba sus vestidos favoritos o la obligaba a desnudarse en cualquier dependencia de la casa y a mantener relaciones sexuales, presionándola para hacer cosas que no deseaba, manifiesta el escrito de la fiscalía.
Además, le impedía utilizar métodos anticonceptivos y en ocasiones la dejaba encerrada sin ropa en la terraza o dentro de la vivienda llevándose los teléfonos móviles y las llaves. Durante este tiempo, el acusado también agredió físicamente en varias ocasiones a la víctima, que tuvo que ser atendida en centros de salud de la provincia y en el servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Ciudad Real, como consecuencia de las lesiones que padecía.
La víctima también fue obligada a abortar en una clínica de interrupción del embarazo de Ciudad Real después de quedarse embarazada. Como consecuencia de todos estos hechos, un equipo psicosocial constató la existencia de una historia de maltrato con presencia de sintomatología física, psicológica y conductual, de la que la mujer aún padece secuelas.