La Asociación Daimileña de Astronomía “Astrodaimiel” nos descubrió todo un cielo nocturno fascinante en el “II Taller de Astronomía y Observación”
Pozuelo Digital.- Anoche pudimos disfrutar nuevamente de la segunda edición del Taller de Astronomía y Observación que nos ofreció la Asociación Daimileña de Astronomía “Astrodaimiel” en las Instalaciones Deportivas “El Campillo” y que estaba enmarcada dentro de la 33 Edición de la Semana Cultural 2017 de Pozuelo de Calatrava.
Dicho taller ha tenido como finalidad conocer el cielo nocturno, haciendo un repaso a las constelaciones más importantes y aprender como orientarnos en la noche. Así mismo, y a través de telescopios y prismáticos, pudimos observar planetas tan importantes de nuestra sistema como Marte y Saturno. Y coincidiendo con el fenómeno astronómico de las Perseidas, o también conocidas como “Lágrimas de San Lorenzo”, los asistentes al evento pudieron observar este fenómeno que nos acompaña durante esta época del verano.
Las Perseidas
Las Perseidas son una de las citas astronómicas más esperadas del año, y la madrugada del 12 al 13 de agosto será el mejor momento para observarlas, a pesar de que el brillo de la luna reste espectacularidad al acontecimiento. Para disfrutar de esta lluvia de meteoros, los expertos recomiendan buscar un sitio oscuro, despejado de edificios o árboles, y no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión.
La Luna menguante, iluminada al 70%, aparecerá en la segunda mitad de la noche y dificultará la observación de los meteoros. Si la meteorología lo permite, se podrían llegar a observar en algunos momentos hasta dos meteoros por minuto.
La actividad de las Perseidas se está produciendo este año entre el 17 de julio y el 24 de agosto. El máximo se espera entre las 16.00 horas del sábado 12 de agosto y las 04:30 horas del domingo 13 de agosto.
Esta lluvia también recibe el nombre popular de “Lágrimas de San lorenzo” por la proximidad de su máximo de actividad al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre. Se produce cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita alrededor del Sol entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros.
Estos fenómenos se pueden prever con antelación, ya que todos los años la Tierra en su camino alrededor del Sol atraviesa la trayectoria de varios cometas. El que origina las Perseidas es el llamado 109P/Swift-Tuttle. Cada año a principios de agosto nuestro planeta cruza la órbita de este cometa, que pasó cerca del Sol por última vez en 1992.
Su órbita está llena de partículas pequeñas. La mayoría son tan pequeñas como un grano de arena y cuando se cruzan con nuestro planeta impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora.
El choque produce, en estos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta cinco mil grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz (las partículas más grandes pueden producir estrellas fugaces mucho más brillantes que reciben el nombre de bólidos).