Salve, oh virgen, excelsa y sin mancha
de mi alma Patrona bendita!
Es tu imagen sagrada y escrita
una prenda del cielo feliz.
Tú conduce a tus hijos leales
a la cumbre inmortal de la gloria;
que no existe más pura victoria
que luchar padeciendo por Ti.
Desde niño estoy cobijado
a los pies de tu hermosa bandera,
con virtudes hasta que yo muera,
con valor os prometo seguir.
¡Salve, oh virgen, excelsa y sin mancha
de mi alma Patrona bendita!
Es tu imagen sagrada y escrita
una prenda del cielo feliz.
Tú conduce a tus hijos leales
a la cumbre inmortal de la gloria;
que no existe más pura victoria
que luchar padeciendo por Ti.
Desde el trono, ¡oh reina potente!
míranos abogada Patrona,
nuestro pecho en el tuyo blasona,
nuestra dicha en tus brazos morir.
¡Salve, oh virgen, excelsa y sin mancha
de mi alma Patrona bendita!
Es tu imagen sagrada y escrita
Una prenda del cielo feliz.
Tú conduce a tus hijos leales,
a la cumbre inmortal de la gloria;
que no existe más pura victoria
que luchar padeciendo por Ti.